Gritos y llanto: dos armas que tiene el hombre al llegar a este mundo. La única forma de comunicarse con las demás personas. Un arma primitiva, pero muy sabia, que regala la naturaleza para que el recién nacido llame la atención de los que lo rodean.
Un médico francés, angustiado por la falta de comunicación entre el recién nacido y sus padres, estudio más de 800 llantos de niños de un día a tres meses de vida. Descubrió que hay ocho tipos distintos de llantos, y que cada uno tiene un mensaje muy especial y directo a sus padres. Ellos tienen la responsabilidad de aprender y entender ese idioma simple y directo con el que el hijo quiere transmitir sus necesidades.
Los ocho gritos son: el grito de auxilio, el grito con el que se inicia el llanto, el grito de dolor agudo, el grito de pena, el grito de dolor continuado y permanente, el grito de hambre, el grito antes de dormir y el grito de placer.
El médico que realizó la investigación de los llantos de niños, registro alrededor de ochocientos, en tres maternidades. Trato de relacionar la situación en la que se encontraba cada niño con el llanto y gritos que emitía en cada oportunidad.
El llanto del recién nacido debe ser para sus padres un verdadero desafío. El niño quiere comunicarles sus necesidades, porque él no puede valerse por sí mismo. Su vida depende en gran parte de que acojan y entiendan su única manera de expresarse.
Fuente: Nacer